Las bulbosas tienen gran atractivo sobre todo porque cuando algunas de ellas florecen, no hay otras flores, los árboles están pelados y el jardín triste. Ellas son las que nos alegran los tristes días de invierno.
Vamos a tratar algunas especies:
Iris reticulata |
Esta es una foto reciente de la planta, lo que demuestra que para finales de febrero, esta graciosa florecilla asomará la cabeza entre las plantas del jardín.
Cuidado con el exceso de riego y la humedad constantemente elevada pues el desarrollo de hongos en los bulbos y la tierra está asegurado. No se debe enterrar mucho el bulbo por su pequeño tamaño. Con una capa de tierra del mismo grosor que la altura del bulbo será suficiente.
hippeastrum minerva |
Pueden vivir perfectamente en tiestos pequeños en comparación a su tamaño y florecerá fielmente todos los años. ( es más, es preferible mantenerla en tiestos pequeños pues personalmente las plante en el jardín en tierra y florecen uno o dos cada año de unas 15 plantas adultas que tengo. En cambio, las dos macetas que tengo con estas plantas me regalan cada maceta 2 o 3 varas florales )
Este lilium es una bella planta ornamental que florece mas bien entrado el verano aunque hay que protegerla en invierno pues suelen querer nacer temprano, cuando las heladas están al acecho. Muy cotizada para ramos y centros por la grandeza y belleza de las flores, pero menos conocida como planta de jardín o de maceta.
La misma planta, dependiendo del tamaño del bulbo, puede llegar a tener hasta más de 20 flores aunque con un tamaño considerable suele tener de 4 a 10 flores por planta.
Se reproduce por la división de bulbos como casi todas las bulbosas, pero a veces lo hace de forma tan exagerada que la planta madre queda dividida en pequeños bulbos que no echarán más de una o dos flores cada una.
Narcissus spp. |
Hyacinthus spp. |
La siguiente bulbosa es también bastante conocida por poder cultivarse en jarrones con únicamente agua y por su extendida venta en floristerías metidos en pequeños tiestos cuadrados. Los jacintos tienen un olor más perceptible y agradable que los narcisos. Los de la foto viven a la sombra de un pequeño árbol pero pueden llegar a soportar el sol directo. Las hay de una amplia gama de colores que podemos encontrar en el mercado. El bulbo es grande y un poco achatado. No debe enterrarse mucho, incluso los que venden vienen con la mitad del bulbo fuera de la tierra y no pasa nada. Es una planta que no ocupa mucho y merece la pena tenerla en el jardín para poder agacharse y oler su profundo aroma. También es una de las primeras en florecer, junto con los jacintos y los iris anteriormente mencionados.